Estimados alumnos de esta
escuela, un maestro labora por 30 años dedicando su vida a la enseñanza de los
conocimientos que permitan a los niños y niñas aprender para poder enfrentar
los retos que la vida les impone.
Pero después de este tiempo en que han dedicado muchas horas de trabajo
con sus alumnos, tienen que jubilarse.
La palabra jubilación se relaciona con el júbilo, con la alegría, con el
derecho a descansar de la actividad a la que se dedicaron, cuidando a niños y
niñas de otras familias y descuidando en parte a sus hijos, ya que para éstos
sólo había los fines de semana, porque las tardes había que dedicarlas a la
preparación de las clases que al día siguiente trabajarían en la escuela.
Y así transcurrieron los años uno a uno hasta completar el tiempo
requerido para el momento difícil en que tendrían que tomar la decisión de
retirarse del servicio para irse a descansar.
Días en que tenían que ayudar a los alumnos a resolver las actividades
de los libros, a tener reuniones con los padres de familia, a preocuparse por
lo que ocurría a los niños, a enojarse por sus travesuras o
irresponsabilidades, a reir y a jugar con ellos, etc.
Y a cambio de todo ello, cuando ha llegado el momento de decir adiós a
su trabajo, sólo se llevarán la satisfacción de haber cumplido con su
responsabilidad de educar a niños y niñas que irónicamente, muy pronto se
olvidarán de que tuvieron un maestro.
Este olvido es el pago a toda una vida dedicada a enseñar.
Y desafortunadamente es también el marco en que se realizó el programa
de despedida que ayer lunes 26 de Enero de 2015, les ofrecimos a los
profesores: Maricela Guillermina Carmona Molina, José Pedro Baez Baez y
Hermenegildo Juárez Ordoñez, quienes después de haber cumplido con sus años de
servicio y de haber dedicado la fase final de ésta, en nuestra querida Escuela
MÉXICO, han tomado la decisión de retirarse.
Por ello quisimos contribuir a que se vayan felices de saber que sus
últimos alumnos y sus últimos compañeros de trabajo, les agradecen el tiempo
dedicado a esta escuela y les desean que en la actividad que emprenderán de
aquí en adelante, les vaya muy bien.
Y les deseamos que descansen, que disfruten a sus familias, que realicen
las actividades que no pudieron realizar en todos sus años de servicio y que ojalá
la vida les permita seguir por muchos años más en buenas condiciones de salud,
pero sobre todo, les suplicamos que no se olviden de esta escuela que seguirá
siendo la casa donde puedan llegar a visitarnos, que no se olviden de venir a
saludarnos, porque nosotros nunca nos olvidaremos de ellos.
Por eso con gran emoción y profunda tristeza, les dijimos: gracias
maestra Mary, gracias maestro Pedro, gracias maestro Mere, por haber compartido
con nosotros sus últimos años como maestros y de esta forma, la población
escolar de la Escuela MÉXICO, les reconoció su trabajo en bien de ella.
Y para despedirlos como se
merecen, se les ofreció un sencillo pero muy significativo programa, preparado
por el 6° “B”, de todo corazón y con el mejor de los deseos para ellos y sus
familias.
Y a todos nuestros
seguidores, les compartimos las imágenes que dan cuenta de este evento.
MTRO.
ROGELIO HERNANDEZ ORTEGA